jueves, 31 de julio de 2014

Our last resort.


"Never leave someone who touches your soul more than your body".

Eso fue lo que nos hicimos.
Eso es lo que hacemos.
Tocamos nuestras fibras más sensibles de la manera más poética, melódica.
Dejamos que nos inundaran las palabras y recorrieran los kilómetros que nos hicieron luces.
Nos volvieron puntos pequeños en el firmamento, brillantes. 
Únicos.


Visibles ante nuestros ojos, ocultos para los demás.
Día a día las letras se acumularon creando baúles de historias que no vivimos.
Pero las experimentamos. 
No es necesario explicar cuando, no es necesario decir cómo, eso sólo se dio.
Como una casualidad causal. Como un accidente de tráfico destinado a suceder.

Dejamos en cada hoja una parte importante de nuestra existencia. Digo nuestra porque la hicimos mutua.

Conocimos ciudades, paisajes, y muchos cielos. 
Los conocimos sin estar ahí. Los sentimos. 


Las conexiones. 
Cada vez, me sorprenden más esa complicidad que tenemos escondida de los oídos de los demás.


Te vi en el crepúsculo, me viste en el mar.
Nos vimos dentro del bosque.
Y aunque estamos aquí, tan lejos, siempre será tan cerca.

Nos llevamos dentro.
Nos llevamos en la piel. 

Nos quedaremos con frases, con palabras, y fotografías.
Es lo que tenemos.
Es en lo que nos convertimos.




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