jueves, 31 de julio de 2014

Our last resort.


"Never leave someone who touches your soul more than your body".

Eso fue lo que nos hicimos.
Eso es lo que hacemos.
Tocamos nuestras fibras más sensibles de la manera más poética, melódica.
Dejamos que nos inundaran las palabras y recorrieran los kilómetros que nos hicieron luces.
Nos volvieron puntos pequeños en el firmamento, brillantes. 
Únicos.


Visibles ante nuestros ojos, ocultos para los demás.
Día a día las letras se acumularon creando baúles de historias que no vivimos.
Pero las experimentamos. 
No es necesario explicar cuando, no es necesario decir cómo, eso sólo se dio.
Como una casualidad causal. Como un accidente de tráfico destinado a suceder.

Dejamos en cada hoja una parte importante de nuestra existencia. Digo nuestra porque la hicimos mutua.

Conocimos ciudades, paisajes, y muchos cielos. 
Los conocimos sin estar ahí. Los sentimos. 


Las conexiones. 
Cada vez, me sorprenden más esa complicidad que tenemos escondida de los oídos de los demás.


Te vi en el crepúsculo, me viste en el mar.
Nos vimos dentro del bosque.
Y aunque estamos aquí, tan lejos, siempre será tan cerca.

Nos llevamos dentro.
Nos llevamos en la piel. 

Nos quedaremos con frases, con palabras, y fotografías.
Es lo que tenemos.
Es en lo que nos convertimos.




miércoles, 16 de julio de 2014

Las otras drogas.

Para Jesús Gallegos.
El mejor amigo que nunca tendré.

Nuestra historia se cuenta en explosiones.
Es el Big Bang creando partículas existenciales.
Se cuenta en estrellas que se apagan y se convierten hoyos negros.
Se escribe con el sudor de una noche de baile y techno.
Es el viaje en auto que siempre hemos deseado.
Es inhalar polvo de estrellas de tú mano. De mi vientre.
Nuestra historia es el final de un mal viaje con el inicio de un cuento de hadas. Lento. Como las libélulas. Como la felicidad pequeña y rosa.
Es el click del revolver que nunca vamos a disparar.
Es mi desesperación. Es tú angustia.
Es contar nuestros placeres en las espaldas de los amantes, más nunca en las nuestras.
Es despertar una mañana dentro del oceano de lagrimas que no sabemos de donde salió. Es caminar sobre el agua con el Oasis detrás persiguiendo nuestros sueños rotos.
Es cubrir cada herida con poemas que intentan sanar la saliva.
Son los aros de humo emanados de tú boca y depositados en la mia.
Es ser complice de mis más ocultos dolores y pensamientos.
Es el intercambio de Neruda por Sabines.
Es controlar mi paranoia a través de tus palabras que son golpes cibernéticos. Es Beth Gibbons seduciéndonos. Es Beth Gibbons dándonos latigazos. Son las guitarras y los sintetizadores. Son los acordes. Son los solos de Jimmy Page. Es saber lo que somos, lo que nos hizo. Es el pasado que nos unió. Es el desamor. Es el amor. Mutuo. Propio. Mío. Tuyo.
Son las aves.
Son las letras. Las letras.

Si alguna vez alguien me pregunta dónde te conocí, responderemos que fue en oraciones que no se han escrito. Fue en braille. Fue en el cielo. Fue en el universo paralelo. Ahí, donde solemos habitar.

sábado, 5 de julio de 2014

Fly me to the moon.

Me senté a escribirle al viento.
Me senté a escribirle al tiempo.
Me senté a escribirle al pasado.
Le dedique unas palabras al presente.
Y puse los puntos suspensivos del futuro.

Me senté con toda la disponibilidad de llenar el papel con letras que nadie nunca entiende.
Sólo yo.
Sólo él.

Me senté a escribirte a tí, querido.
Por lo que fuiste y ahora eres.
Por la esperanza que finalmente se deshizo.
Me senté a escribirle a mis fantasmas.
Fantasmas que en su momento amé, en su momento temí y ahora sólo les sonrío.

Esto es para tí.
Para él, para ellos.
Esto es para todos.
Aquellos seres que me mostrarón todo lo que ahora sé.
A mis amores fugaces. A los que acompañaron mi soledad, y a los que se encarnaron en mi existencia.
Por los que recorrí escenas. Por los que imagine vidas. Por los que vi el infierno. Por los que me hicieron tocar el cielo.
Por los que enfriaron mi existencia, y por los que calentaron mi cabeza.
Por los lejanos, por los cercanos, por los imposibles, y por los que me negué.
Por los que me tuvieron a su lado, y sólo me contemplaron.
Y por los otros, que aprovecharon cada milimetro de mí.
Por los que me enseñaron la lujuria del alma, y a los que les enseñé mi lujuria.
A ellos, que se cruzaron en mi camino, nos alejamos y nos volvimos a encontrar.
Nos encontramos.
A ti, por el encuentro.
Porque aún recuerdo todo como si hubiese sido hoy. Hace rato. Una mañana. Esa mañana.
Porque fue el mejor reencuentro.
Porque apesar de todas las heridas, cicatrices, rupturas, caidas al vacio, la habitación obscura,
la constante negación, el existencialismo, aquí estoy.

Le escribí a todos, para escribirte a ti.
Encontré tu canción.
A dónde quiero que me lleves.
http://youtu.be/-1BAxySK7OM

A.