Es en lo que nos convertimos.
jueves, 31 de julio de 2014
Our last resort.
Es en lo que nos convertimos.
miércoles, 16 de julio de 2014
Las otras drogas.
Para Jesús Gallegos.
El mejor amigo que nunca tendré.
Nuestra historia se cuenta en explosiones.
Es el Big Bang creando partículas existenciales.
Se cuenta en estrellas que se apagan y se convierten hoyos negros.
Se escribe con el sudor de una noche de baile y techno.
Es el viaje en auto que siempre hemos deseado.
Es inhalar polvo de estrellas de tú mano. De mi vientre.
Nuestra historia es el final de un mal viaje con el inicio de un cuento de hadas. Lento. Como las libélulas. Como la felicidad pequeña y rosa.
Es el click del revolver que nunca vamos a disparar.
Es mi desesperación. Es tú angustia.
Es contar nuestros placeres en las espaldas de los amantes, más nunca en las nuestras.
Es despertar una mañana dentro del oceano de lagrimas que no sabemos de donde salió. Es caminar sobre el agua con el Oasis detrás persiguiendo nuestros sueños rotos.
Es cubrir cada herida con poemas que intentan sanar la saliva.
Son los aros de humo emanados de tú boca y depositados en la mia.
Es ser complice de mis más ocultos dolores y pensamientos.
Es el intercambio de Neruda por Sabines.
Es controlar mi paranoia a través de tus palabras que son golpes cibernéticos. Es Beth Gibbons seduciéndonos. Es Beth Gibbons dándonos latigazos. Son las guitarras y los sintetizadores. Son los acordes. Son los solos de Jimmy Page. Es saber lo que somos, lo que nos hizo. Es el pasado que nos unió. Es el desamor. Es el amor. Mutuo. Propio. Mío. Tuyo.
Son las aves.
Son las letras. Las letras.
Si alguna vez alguien me pregunta dónde te conocí, responderemos que fue en oraciones que no se han escrito. Fue en braille. Fue en el cielo. Fue en el universo paralelo. Ahí, donde solemos habitar.
sábado, 5 de julio de 2014
Fly me to the moon.
Me senté a escribirle al tiempo.
Me senté a escribirle al pasado.
Le dedique unas palabras al presente.
Y puse los puntos suspensivos del futuro.
Me senté con toda la disponibilidad de llenar el papel con letras que nadie nunca entiende.
Sólo yo.
Sólo él.
Me senté a escribirte a tí, querido.
Por lo que fuiste y ahora eres.
Por la esperanza que finalmente se deshizo.
Me senté a escribirle a mis fantasmas.
Fantasmas que en su momento amé, en su momento temí y ahora sólo les sonrío.
Esto es para tí.
Para él, para ellos.
Esto es para todos.
Aquellos seres que me mostrarón todo lo que ahora sé.
A mis amores fugaces. A los que acompañaron mi soledad, y a los que se encarnaron en mi existencia.
Por los que recorrí escenas. Por los que imagine vidas. Por los que vi el infierno. Por los que me hicieron tocar el cielo.
Por los que enfriaron mi existencia, y por los que calentaron mi cabeza.
Por los lejanos, por los cercanos, por los imposibles, y por los que me negué.
Por los que me tuvieron a su lado, y sólo me contemplaron.
Y por los otros, que aprovecharon cada milimetro de mí.
Por los que me enseñaron la lujuria del alma, y a los que les enseñé mi lujuria.
A ellos, que se cruzaron en mi camino, nos alejamos y nos volvimos a encontrar.
Nos encontramos.
A ti, por el encuentro.
Porque aún recuerdo todo como si hubiese sido hoy. Hace rato. Una mañana. Esa mañana.
Porque fue el mejor reencuentro.
Porque apesar de todas las heridas, cicatrices, rupturas, caidas al vacio, la habitación obscura,
la constante negación, el existencialismo, aquí estoy.
Le escribí a todos, para escribirte a ti.
Encontré tu canción.
A dónde quiero que me lleves.
http://youtu.be/-1BAxySK7OM
A.