La corriente de palabras seguirá fluyendo. No se detiene. No me detiene. Las ideas no se estancan. No se mantienen. Cambian. Cambiar.
Cambie.
Cambió.
Esa es la palabra que ahora se está volviendo mi favorita.
Cuando cierro los ojos. El cambio está ahí. Escondido. A veces notable. Otras veces imperceptible. Constante.
La historia no se repite. Solo se transforma.
No es lo mismo, pero es igual.
Aunque esté igual, es más profundo, está adentro. Más adentro. Pequeñito.
Sin saber que existe la vida sigue. Esa también. Todas. Evolucionamos y nos desarrollamos.
Tal vez estoy escupiendo letras que sean oraciones que se expresen sin sentido.
Qué sean irreales. Qué sean absurdas.
Qué nadie entienda.
A veces no quiero que me entiendan.
A veces no me entiendo.
Entiendo, que quieras entender lo que yo no entiendo, y no quiero que trates de entenderme.
Ámame.
Fríamente. Suavemente. Sin medida. Sin presiones.
Ámame. Cómo si fuera la única. Cómo si fuera la última. Cómo sino hubiera un mañana.
Ámame. Locamente. Con intensidad. Sin detenerte.
Como yo.
Como yo lo hago.
Como yo te amo.
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Ahora si te estoy mirando