lunes, 21 de octubre de 2013

Wicked Game.

Aunque el mundo se incendie y tu puedas salvarme, mejor déjame.

Un minuto, es lo único que necesito.
Un minuto al cerrar los ojos.
Dos al abrirlos.
Porque presiento la jodidez. Lo sé.
Me protege la seguridad de saber que se acabará.
Que algún día se va a detener.
Pero cuando... ¿cuando? ¿quiero?

No conozco otra forma más que el sufrimiento.
Lo desagradable y grotesco.



Dame tres minutos. Tres minutos para prepararme.
¿Aventarme? ¿me aviento?


Que sean cinco y prometo hacerlo.

Tan sólo una hora. 


Una hora de mi tiempo con tu tiempo siendo nada.

Yo siendo todo. 

No debería ser de esta manera.
No tiene porque pasar así.
No. No. No. No.
Y es si. 
Tan si, que me tienes escribiendo, encriptado. 
Mensajes que jamás vas a leer ni saber que son para ti.


Deja vú.

Porque ya lo viví, y ya lo escuché.

Ya sé lo que viene.
Ya sé como acaba.

Lo sé.


*Lo que en mi mente resuena*
http://youtu.be/GMIF93jqRN8

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ahora si te estoy mirando