lunes, 13 de mayo de 2013

Deep cut



Un día, descubrí que las palabras eran una de mis cosas predilectas. 
Que si invertía mucho tiempo en ellas, era porque comenzaban a gustarme, y más allá de eso, me sentía enamorada a ellas. 
Buscaba su estética, y fonética.
Que al pronunciarlas me provocaran diferentes sensaciones.
Que la belleza de sus sonidos me siguiera atrayendo.
Y luego, la rareza de las mismas. 
Me convertí en una buscadora compulsiva de palabras que nunca antes hubiese escuchado. Que fueran únicas.

Así encontré "Saudade".
Hermosamente creada, para describir un sentimiento que resulta indescriptible, así como su traducción es intraducible, y entonces... 

<Expresa un sentimiento afectivo primario, próximo a la melancolía, estimulado por la distancia temporal o espacial a algo amado y que implica el deseo de resolver esa distancia>

Resulto ser que si existe algo que pueda definirnos, es eso.
Eres mi "saudade" de invierno, que llego a la primavera.
Que cada día me grita por dentro si todo esto se materializará o quedará en pensamientos. 
Que busca la forma de que todo sea más corto o que el tiempo no exista.
Y la distancia, la puta distancia se acorte.

O que todo pase.
Que se acabe más pronto.
Aún con el infortunio de saber, que no sucederá.
Qué entraste tan fácil, pero que me llevará una eternidad dejarte ir.


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