lunes, 28 de septiembre de 2015
Te recuerdo como el último otoño.
-¿Crisis de los 30? ¿qué es eso?.
- Lo que te pasa, cuando no sabes a donde vas, o qué es lo que quieres. Cuando miras al pasado y te das cuenta que tu vida, no ha sido completamente satisfactoria.
- Espera, eso lo viví a los 22... (ElLlantoLaTristezaElCorazónRotoLaEscuelaFallidaLosAmigosLejanosElDesamorElAmorElSexoElBuenSexoElMalSexoElSexoPorRencorElSexoPorReconciliaciónLasPastillasLaSobredosisElHospitalLaSangreElArrepentimientoElRegañoLaBurlaLaMuerteMentalLaMuerteFísicaLaMuerteUtópicaLaAnsiedadElPsiquiatraElPsicólogoElHomeópataLasLagrimas...LaDisculpaElPerdón...ElAbrazo).
*He cometido más suicidios mentales que nadie.
*Cada noche deseo morir, y en las mañanas, me gusta pensar que volví a nacer.
*Otro día más para joder mi vida.
*Otro día más para alegrar mi vida.
+Todos los días pienso en una posible forma de muerte que no sea dolorosa.
+Todos los días, después de renacer, pienso que no debí despertar.
Soy adicta a pensar que mi vida va directamente a la destrucción.
Soy adicta a escapar.
Soy una cobarde que no escapa, que no se destruye, y sigue aquí.
Los gusanos de mi cabeza, escriben más cosas de razón que yo misma.
Mi corazón es la luna, llena de crateres, llena de huecos.
Mi corazón y mi cerebro no se entienden.
Este no es un grito desesperado de atención. Esta no es una carta de despedida.
Esto es catársis.
Esto es mi crisis de los casi 30.
Todos los días quiero morir, pero todos los días tengo razones para no hacerlo.
"El último otoño, fue ese, dónde me miré al espejo, y fui feliz".
sábado, 1 de agosto de 2015
5:41 am
Escribo a obscuras con el afán de no dejar que la luz revele mis pensamientos. Para ocultar todo lo que llevo, tal vez, demasiado dentro.
Por aquel día en el que alguien hizo lo mismo. Para respirar en secreto.
Escribo a obscuras para que mis ideas vuelen libre se desplacen bajo el cielo, para que la luz no borre ninguno de mis secretos. Para el destino que día a día me parece más incierto. Para que mi demonios salgan de paseo.
Escribo a obscuras y en silencio. Que mi pluma sea la única testigo de este nuevo encuentro. Porque los sueños no revelan aquello que tememos.
Escribo a obscuras para ti.
Para que puedas estar más adentro.
Escribo a obscuras con el riesgo de no entender que dije, que hay, o que tengo.
Escribo a obscuras para desatar mi cerebro. Que fluya, que deje en el papel aquellas cosas que ya no quiero.
Te dejo entonces aquí.
Te escribo.
Te anhelo.
Te vuelvo a dejar.
Escribo a obscuras para ir mis dudas. Para quedar con la mente vacía.
Para el desapego.
Escribo a obscuras porque ya está amaneciendo.
Te escribo.
Te veo.
Te escucho.
A obscuras y en nuestro silencio.
miércoles, 1 de julio de 2015
Harvest Moon
Dejaste de luchar.
Dejaste de escuchar.
Recorrías las calles como si fueran olas. Sólo te dejabas llevar.
Perdiste el sentido del aire.
Ya no saboreabas la música.
Te estabas desvaneciendo...
Esa mañana, apresuradamente, te pusiste las calcetas. Le diste unos tragos al café más amargo, y no secaste tu cabello.
Saliste como si hubiese alguien esperando abajo.
No había nadie.
Caminaste, esperanzada, a escuchar la palabra que te iba hacer retroceder. Que te haría iniciar todo. Que le devolvería el calor al corazón que estaba más que quebrado. Que habías parchado una y otra vez, porque eres una romántica empedernida.
Porque una parte de ti, quería que eso pasara. Querías ver, aunque sea por un momento, que existía la remota posibilidad de que todo tu cuento de hadas se volviera realidad. Que si había un principe, que si eras la musa, que si había algo. Lo que sea. Que vivía algo entre esa maraña de ropas tiradas, sábanas, libros, música y videojuegos. Algo más allá de sólo buena compañía. Querías creer.
Querías creer lo que siempre habías negado.
Sin embargo, lo único que oiste, fue el ruido de los autos a la distancia. La soledad del viento en los árboles. Algo se rompía. El sonido de un cristal, que no era cristal.
Una ranura más, cuarteado de nuevo.
Volviste la cabeza, pensando que estaría ahí, gritando por ti, aclamando por ti. Pidiendo tu regreso.
Vacio.
Se escurrieron unas lagrimas.
Respiraste profundamente, y una vez más, lo dijiste "no me quiero volver a enarmorar".
martes, 5 de mayo de 2015
jueves, 5 de febrero de 2015
We feel.
Lo que se fue y lo que está cerca. Lo que nos alegra y lo que nos derriba.
Las sonrísas que se escapan y las lagrimas que viven.
No importa qué, no importa cómo.
Pero hay que sentirlo.
Con pasión y destrucción.
Desgarradora y adulteradamente.
Que nos embriague y nos nuble.
Prefiero sentirlo todo, aunque me quede sin nada.
A estar eternamente vacia.